13/06/2024 | Por: Tomás Castrillón Oberndorfer | tomascastrillon@hotmail.com

Recientemente, en la convención de Asobancaria desarrollada en la ciudad de Cartagena, hubo dos intervenciones muy destacadas de dos prestantes damas de la dirigencia colombiana, que se refirieron al RESPETO entendido este como: “La Consideración y valoración especial o positiva ante alguien o algo”. Claramente, la falta de RESPETO es el IRRESPETO. Dichas manifestaciones merecen un análisis más profundo ante las circunstancias actuales en que se desenvuelve el acontecer nacional.

En efecto, señora directora del DAPRE, Departamento Administrativo de la Presidencia de la República”, cercana colaboradora del presidente, afirmó: “La democracia se protege y defiende cuando se RESPETAN las instituciones”. (¡¿?!). Esto viniendo de quien se dice “ser la mano derecha del mandatario”, parece ser una gran contradicción cínica de términos, porque quien se ha caracterizado por IRRESPETAR a las instituciones, es el presidente.

“Para la muestra un botón”, lo constituye el hecho de irrespeto mayor contra la Universidad Nacional informado bajo el titular. “Petro se SALIÓ con la suya y puso el rector que quería”. Se impuso a un energúmeno que llegó vociferando a favor de la constituyente impulsada por el mandatario. Claramente, no se trató, esta vez, de un “golpe blando” sino de una “puñalada traicionera” contra la autonomía en la educación superior.

Y en materia de irrespetos, como olvidar el irrespeto presidencial por intermedio del vergonzoso ministro de defensa, hacia la institucionalidad castrense y de las fuerzas del orden, aunque es preciso reconocer que también fueron irrespetadas por sus comandantes que tampoco las hicieron respetar. ¡Así de sencillo!

También, manifestó la señora directora del DAPRE: “Mi llamado hoy es a respetar la institución de la dignidad presidencial”. Lo que lleva al siguiente análisis. “Una cosa es el continente, y otra el contenido”. Esto es muy claro hablando de recipientes, porque un hermoso jarrón puede estar conteniendo un líquido sucio y maloliente, que urgentemente tiene que ser botado. Sin mucho esfuerzo mental, puede extenderse la idea a la presidencia. Ciertamente, la dignidad en sí, merece respeto y acatamiento, pero depende mucho del contenido, o sea de quien eventualmente ocupe la posición, quien debe ser el primero en respetar dicha dignidad. “¡El que entendió, entendió!

También se manifestó la distinguida directora de una conocida publicación periódica, presentando un balance de las “gestas” en donde el presidente ha tenido un “protagonismo” destacado, que “conmocionó” a los áulicos más cercanos a él, expresando también que: “El gobierno Petro no RESPETA la prensa”, quedándose muy corta, porque, a la larga, el mandatario no respeta nada.

¡Claro! Constituye, por ejemplo, una gran falta de RESPETO el manejo de las relaciones diplomáticas internacionales, y es así que las rompe con Israel al considerar que es un estado genocida, y “sin querer queriendo” brinda un apoyo hipócrita al grupo Hamas, sin considerar que este grupo se “incrusta” alevemente entre la población civil, transformando hospitales y escuelas en verdaderos fortines, o arsenales, o prisiones para atacar desde allí a los contrarios. Pero, sin ir más lejos, el mandatario mantiene las relaciones con Venezuela que le da cobijo a los terroristas de las FARC, que bajo el nombre de Estado Mayor Central o Segunda Marquetalia, encuentran asilo en dicho país, que también ahora resulta ser el anfitrión y garante de las conversaciones o mejor negociados para formalizar otra rendición de la Patria, por CUARTA VEZ con dicho grupo, en busca de la tal Paz Total: ¡El IRRESPETO TOTAL contra Colombia!

Pasando al campo económico, ha quedado claro que el erario público “se desfondó”, se quedó sin fondos, Juanito, porque fundamentalmente los encargados de ejecutar las provisiones y presupuestos, así fuera por incapacidad o por malicia, hicieron las cuentas de “La Lechera” bien descritas poéticamente. Ahora, gracias a esa “equivocación” con el agregado del despilfarro desatado por el mismo gobierno, y el robo descarado y, hasta ahora impune, de muchos de los funcionarios responsables asentados en el gobierno, se tiene un gran déficit. Claramente, como le es usual, el gobierno nacional encarnado por el presidente, considera ante la opinión, que la culpa la tiene el capitalismo o el expresidente Uribe. “¡Ya voy, Toño!”.

A todas estas, sale también el presidente, en la misma convención mencionada, con una propuesta al país que para buenos entendedores y palabra más o palabra menos, consiste en lo siguiente: “Como ustedes tiene la culpa de la quiebra, han demostrado que no saben manejar recursos, por lo tanto: pásenlos al gobierno que ahí si los manejamos bien”. ¡El IRRESPETO MAYOR!