13/06/2024 | El Colombiano

En un duro artículo, la publicación inglesa señala que las reformas que promueve el Jefe de Estado “se han estancado” en el Congreso y que es necesario negociar con el Congreso.

La publicación advierte que los escándalos de violencia y corrupción están erosionando el capital político que le queda al gobierno. FOTO: PRESIDENCIA

La prestigiosa revista inglesa The Economist divulgó este jueves un artículo dedicado a Colombia y a la gestión del presidente Gustavo Petro. En el artículo se advierte que “el presidente izquierdista de Colombia está tambaleando” y que sus ambiciosas reformas están estancadas en el Congreso de la República.

La publicación, que reconoce que Petro llegó al poder con la promesa de reducir la desigualdad “en uno de los países más desiguales del mundo”, señala que el jefe de Estado está impulsando lareforma a la salud —que se hundió en esta legislatura, pero que sería radicada nuevamente el próximo 20 de julio—, así como las reformas laboral y pensional.

Sin embargo, se advierte que “casi dos años después de su mandato, los proyectos de ley que sustentan sus reformas emblemáticas se han estancado”, precisando que la oposición persiste tanto en el Congreso como en las calles. “Está presionando al Congreso para que apruebe las leyes antes de que finalice la sesión legislativa el 20 de junio”, agrega.

En ese sentido, The Economist reconoce que la mayoría de los políticos coinciden en que es necesario reformar el sistema de pensiones, teniendo en cuenta que solo una cuarta parte de los colombianos mayores recibe una pensión.

No obstante, cuestiona la orientación del gasto y recuerda que, según la OCDE, “Colombia es el único país de América Latina con un sistema de pensiones que aumenta la desigualdad”. En ese sentido, la publicación alerta que el nuevo modelo que propone Petro podría ser inasequible y agotar los sistemas de pensiones privados.

Por otro lado, asegurando que pasó de ser “pragmático a populista”, el medio indica que, aunque a los colombianos les gusta el sistema mixto de salud y la cobertura alcanza el 95 %, Petro presentó una reforma para transformar el papel de las Entidades Promotoras de Salud (EPSentregando el control de los fondos públicos que actualmente administran al Estado.

“Como era de esperar, despidió a los moderados de su gabinete que se oponían al plan. Muchos colombianos están indignados. Cientos de miles de ellos salieron a las calles en abril para protestar contra la reforma. El Congreso bloqueó el proyecto de ley. Desde entonces, las mayores aseguradoras del país han acusado al gobierno de negarse a aumentar la contribución que hace en consonancia con los crecientes costos de la atención médica”, señala The Economist.

Finalmente, sobresale la reforma laboral que, si bien ofrece ventajas como el aumento del pago de horas extras y contratos más largos, se reclama que “es poco probable que se convierta en ley mientras todavía estén trabajando en las pensiones”.

Además, The Economist indica que Petro no solo convocó una Asamblea Nacional Constituyente, sino que ha promovido un discurso de “golpe blando”, lo que se ha traducido en una polarización que “está asustando a los inversores”.

“El crecimiento también ha sido lento. La recaudación de impuestos cayó un 10 % en los primeros cuatro meses de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior. El 6 de junio, el Ministro de Finanzas bloqueó temporalmente nuevos gastos para proyectos públicos”, rememora la publicación.

Finalmente, el artículo advierte que los escándalos de violencia y corrupción están erosionando el capital político que le queda al gobierno. “Los tiroteos y los secuestros están aumentando en el sur del país, lo que socava la promesa de campaña de Petro de lograr una paz total. El exjefe de la agencia de gestión de riesgos de desastres y otros funcionarios están siendo investigados por supuestamente entregar sobornos a través de contratos de obras públicas inflados”.

En conclusión, de acuerdo con The Economist, “casi a mitad de su mandato, Petro está tratando de cumplir su agenda volviéndose más combativo. Pero necesita negociar con el Congreso y apaciguar a los manifestantes para poder reformar exitosamente el sistema de bienestar de Colombia. Eso requiere menos populismo y más pragmatismo”.