2/06/2024 | Por Rubén D. Lizarralde M.

El banco más poderoso de Wall Street, acaba de publicar un informe exclusivo para sus clientes. «Tiempo de ajuste». «Virulencia en el deterioro del recaudo». El informe se titula: «Tiempo de corregir el rumbo fiscal: Reduciendo gastos por la estabilidad».

El informe arranca explicando que los ingresos tributarios han estado muy por debajo de lo que el propio gobierno esperaba: «Los ingresos han estado muy por debajo de las expectativas del gobierno, lo que ha provocado una situación de liquidez estrecha en mayo».

¿Recuerdan el informe reciente del Banco de Bogotá que mostraba la situación precaria de la caja del Estado?

Le cuenta JP Morgan a sus clientes inversionistas, que los ingresos tributarios se desplomaron en mayo 45% respecto a abril del año anterior, y que, empujado por esta situación tan delicada en lo financiero, el gobierno va a tener que reducir gastos por un 1% del PIB. «La situación fiscal en Colombia se ha deteriorado de forma muy significativa, probablemente más rápido de lo que nosotros esperábamos». O sea, a los analistas de JP Morgan, que ya esperaban un panorama delicado, les ha sorprendido el mal desempeño de las finanzas públicas.

Y luego pasa el analista Diego W. Pereira, encargado de este informe, a explicar la magnitud de la caída en el recaudo: -45% en términos reales en mayo versus el mayo del año pasado. -16% reales en lo que va de 2024. La caída, explica Pereira, se debe al pobre desempeño del recaudo en impuesto de renta y la caída en ingresos de aranceles al comercio exterior.

En esta gráfica JP Morgan muestra la tendencia del recaudo tributario, en términos de crecimiento, que es muy negativa. El lenguaje que usa el Banco, generalmente muy diplomático, en este párrafo se radicaliza.

Un síntoma de lo delicada que es la situación: «La virulencia del mal desempeño en el recaudo tributario no es sorpresa», afirman. Recuerdan que durante la primera semana de mayo, en la caja del Tesoro Nacional, solo había 3 billones de pesos, versus los 16 billones que había, en promedio, en años anteriores.

Y en esta gráfica muestran lo difícil de la situación de liquidez que está enfrentando el gobierno de Petro. La línea negra representa la caja del Estado durante 2024, como pueden ver muy por debajo de los años anteriores. Y para rematar, no parece haber señales de que nos estemos ajustando el cinturón.

Después de revelados los datos fiscales del ministerio de hacienda, el déficit fiscal primario es de -0,3% del PIB. O sea, incluso antes de contabilizar el pago de intereses, gastamos más de lo que recibimos. O sea, el déficit fiscal se está deteriorando de manera preocupante.

Mientras en 2023 tuvimos un mejor desempeño que en 2022, en 2024 (línea roja) el déficit se ha deteriorado respecto al año anterior.

En lugar de avanzar, retrocedemos.

Finalmente, el analista Pereira explora las salidas que asumiría el gobierno frente a esta situación compleja en lo financiero: 1. Reducir el gasto, en torno a 1% del PIB. Relajar la regla fiscal para el año entrante, o sea, permitir más deuda. Una combinación de menos gasto y más deuda. El llamado de atención es claro: O gastamos menos o vamos rumbo a una crisis fiscal.

En torno a 1,6% del PIB debería reducirse el gasto, aunque creen que el gobierno solo reduciría el 1% del PIB en el Marco Fiscal que va a presentar próximamente.

Ya veremos.

Les hago una invitación a los economistas y arquitectos del desarrollo. Empecemos a hacer el ejercicio económico financiero que permita reactivar en poco tiempo la economía en el 26.

Lo primero y más importante recuperar la confianza. A renglón seguido restaurar la producción minera y petrolera del país. En tercer lugar y no menos importante por supuesto tiene que ver con la economía, recuperar la seguridad. Además, generar estímulos para la inversión.

Estímulos blindados legalmente. Acabar con la demagogia sobre la tierra y dinamizar un proceso de producción agrícola competitivo. Propiciar un incremento importante en la generación de energía con proyectos que respondan al crecimiento del país. Recuperar la dinámica vial y en regiones como la Costa Caribe, la Orinoquia, El Valle, Huila y Tolima darle un impulso definitivo al establecimiento férreo en estas regiones.

La Costa Pacífica merece una acción especial en función de sus riquezas naturales pésimamente evaluadas y trabajadas.

Habrá mucho por hacer, muchísimo, y tenemos la obligación de prepararnos desde ya inclusive recogiendo y reviviendo los proyectos y los estudios que ya están listos para su implementación.

En esto los gremios también tienen un papel vital que cumplir.