8/06/2024 | Por: Roberto Zabaraín | rzabarainm@hotmail.com

Se abunda sobre los propósitos destructores de Petro, su odio por todo, y más por lo que signifique la institucionalidad nacional que busca desarmar. Está claro que nadie se quedó sin ser advertido. También se abundó sobre la estrategia que adelanta, y que ya fue exitosa en Venezuela y demás países de la región hoy en manos del comunismo. Varios analistas y entendidos han explicado sobre las etapas que los golpistas aplicaron en el proceso de toma del poder, y advertido que estamos en la penúltima de dichas etapas, o sea, en el borde del abismo, pues la última es el caos.

El analítico columnista José Alvear Sanín, en la edición de La Linterna Azul del día cuatro del presente mes, con su acostumbrada claridad hizo un detallado diagnóstico, y alertó sobre la falta de una decidida reacción para impedir el asalto, advirtiendo que nos quedamos sin entes de control, y que a la procuradora, mujer muy preparada y muy valiente, el país la ha dejado sola enfrentando la amenaza, y preguntándose ¿hasta dónde puede como solitaria golondrina veraniega? Por supuesto que es una misión muy pesada y muy difícil echarse al hombro semejante fardo. Ella la cumple con lujo. Su estilo apacible y mesurado, su evidente decencia y clase no se opone a la firmeza de sus actitudes y expresiones. Es, sin duda, la voz de la imparcialidad, la sensatez y la rectitud que necesita el país, y que contrasta con las burdas acciones y la chabacanería petrista. Pero se la está dejando sola: Los indicados para reforzar las trincheras no la acompañan con las acciones jurídicas, ni legales, ni mediáticas para que sienta que de veras y públicamente está respaldada por la mayoría de los colombianos.

Lo grave es que nos queda poco tiempo contando con muros de contención: Salido el ex fiscal Barbosa, otro buen y firme funcionario defensor, Petro impuso a la ideologizada remplazante. A la procuradora Cabello se le vence el período en enero del año entrante, y no sabemos si para la época estarán entregados o nos apoyen el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia que eligen dos ternados, ni hasta dónde estará comprado el senado para elegir al ternado por Petro. Además, a cuatro magistrados de la Corte Constitucional también muy pronto se les vencerá el período, gravísimo riesgo de que los mamertos sean mayoría y se la tomen, y ahí sí será Troya. Así que el tiempo es limitado.

Empero, por aquí no hay acción, mientras el petrismo no descansa. No sólo lo de condenar a Uribe lo que se le puede convertir en un bumerán, sino que cada vez reaparecen más dizque personajes, como el detestable ex fiscal Montealegre, Álvaro Leyva y demás tratando de justificar o inventando maromas para llegar a una constituyente que establezca la reelección.

¡Mentira!, todo es mampara para distraer a la atención mientras el petrismo avanza con el fortalecimiento de los elenos, de las varias disidencias farianas, de los diversos clanes delincuenciales, de los indígenas y de los insurgentes del suroccidente, del sur de Bolívar, y del Catatumbo, que serán los detonantes del caos y el instrumento para tomarse el poder por la única ruta que a Petro por su esencia le gusta, y que siempre ha planeado utilizar, o sea por las vías de hecho.

Significa que lo que haya que hacer o precipitar, tiene que ser pronto, la procuradora sola no puede, por lo que los jefes de los partidos, los líderes de opinión, los gremios económicos y de la producción, la ciudadanía en general deben urgentemente unirse para contrarrestar los ataques que están avanzando.