26/06/2024 | Por: Tomás Castrillón Oberndorfer | tomascastrilon@hotmail.com

Sin profundizar en los vericuetos de la administración empresarial, se entiende que, respecto a un movimiento político, puede decirse que MISIÓN: “Es el motivo por el que existe una organización, su razón de ser”. Al mismo tiempo, que su VISIÓN: “Tiene que ver con metas y aspiraciones”- Respecto al individuo, se entiende que su Misión es: “Una función, o encargo, o propósito, que una persona debe cumplir”.

Luego de estas aclaraciones, es perfectamente claro que en la MISIÓN del Pacto Histórico o el M-19, o el comunismo, no existe para nada eso de la lucha relacionada con el Cambio Climático, ni la Desigualdad Social o cualquier otro distractor que se suelen inventar. Su MISIÓN era obtener como fuera el poder, y su VISIÓN claramente es su permanencia en él. Es claro entonces, que haciendo referencia al presidente, está actuando de acuerdo a esta VISIÓN. Lo demás, a pesar de su destemplado repetido y permanente discurso pendenciero y populista, es “pura paja”, como dice la canción.

Pero, es preciso agregar que respecto a lo ya expresado, aparece un concepto claramente relacionado: El DEBER de los individuos o personas. Se entiende que este consiste en: “Estar obligado a algo por la ley divina, natural o positiva”, y también es: “Cumplir obligaciones nacidas de respeto, gratitud u otros motivos”.

La percepción general es que el presidente está cumpliendo cabalmente con su DEBER, pero, claramente, este no es con la Patria, sino con los movimientos del Foro de San Pablo, o el Grupo de Puebla y hasta del Kremlin, el comunismo internacional, a pesar de que aparentemente se comprometió a otra cosa, como la de defender la Constitución y las leyes de la República de Colombia.

Las evidencias que sustentan tal percepción, son muchas, y basta considerar una fundamental. Se trata del respeto hacia la independencia de los poderes fundamentales que conforman el estado. Claramente, el EJECUTIVO no respeta la independencia de los otros dos poderes, el LEGISLATIVO y el JUDICIAL, influyendo perversa y decididamente en el accionar de estos.

En el LEGISLATIVO es muy clara la situación que justifica plenamente la afirmación del ministro del interior al decir que la gestión de la última legislatura fue “MUCHO MÁS DULCE que agria”. ¡Claro! El otorgamiento de ventajas y estímulos provenientes del presupuesto nacional, para garantizar las mayorías afines al gobierno, corresponde muy bien al apelativo de “mermelada” porque dichas jaleas son dulces. ¡El que entendió, entendió!

Pero hay mucho más, como se manifiesta en la actuación de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que, respecto a las denuncias relacionadas con las actuaciones eventualmente punibles del primer mandatario, puesto que una vez presentadas, con gran presteza son desechadas.

También, al presentarse, con gran justificación, sendas MOCIONES de censura en contra de los ministros de Salud y de Defensa, estas fueron rechazadas por amplias mayorías empalagadas con grandes dosis de “mermelada”. Realmente, si se analiza profundamente, estos ministros están también cumpliendo cabalmente con su DEBER hacia el mandatario, consistente en acabar con el sistema de salud por parte del primero, y destruir las fuerzas de defensa y estimular de paso el caos, del segundo.

En cuanto al poder JUDICIAL también se percibe, por ejemplo, como en la fiscalía se “frenan” los procesos de los allegados al presidente y se aceleran los relacionados con la oposición.

Consecuentemente, aparecen graves síntomas de descomposición en el alto gobierno, como se han empezado a manifestar con las numerosas denuncias que en cada caso requieren la confirmación correspondiente, pero que ponen de manifiesto no solo aquello de que “el poder absoluto corrompe absolutamente”, sino que también estimula entre las diversas facciones constitutivas, una lucha interna por el poder.

Y así, en medio “del fuego amigo” en el cual “no se pierde un tiro”, ya ha tenido que salir a la palestra el tedioso Roy para defender a la directora del Dapre.

Mientras tanto, el país parece dormir narcotizado por el veneno de las insidiosas promesas mentirosas del movimiento mamerto, lo que hace imperativa y necesaria la salida de ese sopor, para buscar salir del remolino que lo llevará a la destrucción.

¡DESPIERTA COLOMBIA!