14/05/2024 | Por José Claver Franco Gómez

Para entender cómo está preparando Petro su poder constituyente con el fin de eternizarse en el poder y cambiar el modelo económico y social, hay que conocer el acuerdo celebrado en México entre Petro y el Eln sobre cabildos abiertos.

Petro avanza, cada vez más desafiante. En cada vociferación alardea de líder del cambio, de lo divino y lo humano.

La estrategia: consolidar la toma del poder del estado, y no para instaurar la dictadura del proletariado, sino la del narcoestado, que le permita implantar el régimen de terror tipo autocrático Castro-madurista, en contraposición al sistema democrático de libertades y propiedad privada.

La táctica: La Paz Total, caricatura de La Paz FARC-Santos que la viene sustentando en el «poder constituyente», inspirada en los principios de la Colombia humana y con la amenaza de la constituyente, proceso ajustado al principio de democracia participativa, como él lo entiende.

No será nada extraño ver cómo se convoca un cabildo abierto en cada municipio, promovido por las organizaciones del Consejo Nacional de Participación, donde tiene asegurada amplia mayoría el proceso revolucionario, con el fin de ajustar el autogolpe para consolidar el régimen autocrático que complete el nodo geopolítico (Cuba, Nicaragua, Venezuela y Colombia), aupado por CHINA, RUSIA, IRÁN Y BRASIL que permita derribar definitivamente el modelo de libertades y propiedad privada.

En Colombia, hasta la «clase obrera» ha desaparecido prácticamente, y los reductos que sobreviven de las pocas empresas que resisten la acción destructora del nuevo régimen, instaurado a partir del acuerdo Santos-FARC, están abocados a perecer como resultado de las fatídicas reformas planteadas por el régimen: el sistema de salud que le permitirá quedarse con un botín cercano a 100 billones de pesos, el régimen pensional que busca expropiar alrededor de 400 billones de pesos de los trabajadores (administrados eficientemente por los fondos privados), una reforma laboral que apunta a quebrar a más del 80% de las mini, pequeñas y famiempresas que componen el grueso del empresariado, que tributan y ofrecen la mayoría de puestos de trabajo a los colombianos.

La informalidad en el empleo ronda el 60%. Los índices de crecimiento de la economía, según el gobierno, fueron 0.6% en 2023. El sector artístico (la rumba, conciertos) aportó el 7%. El sector manufacturero arrojó resultados negativos, al igual que la construcción. En general, el sector productivo anda desplomado.

La indiferencia y las vacilaciones de algunos dirigentes gremiales, empresariales y políticos, y hasta de los ministros religiosos en quienes la mayoría de colombianos han depositado sus almas, tienen estupefactos a los colombianos, lo que no permite abrigar la mínima esperanza, en el corto plazo, de recuperar el poder y retomar el camino del desarrollo económico y social.

Las tácticas macabras, siempre cercanas a lo catastrófico y acordes con la formación en cada instancia de su desarrollo como dirigente social y político, explican su actuación. Petro sigue al pie de la letra el modelo del Foro de Sao Pablo de corte Castro-Chavo-Madurista.

Petro gana las elecciones presidenciales con apoyo de todas las fuerzas narco-armadas (declaración de “mordisco”, comandante de las FARC activas), e inicia la desinstitucionalización del estado de derecho. Ejecutará la última salida acrobática a través del Comité Nacional de Participación, base del «poder constituyente», que seguramente empoderará la «sociedad civil» del ELN para fabricar la Constitución política del nuevo régimen.

¡El poder democrático no debió entregarse!

¡Los patriotas demócratas debemos fortalecer hasta “más allá» los valores y principios del modelo que ha permitido avanzar a la sociedad y corregir los errores del pasado, redireccionando la correlación de fuerzas, para que esta sea favorable a la recuperación del poder y afianzar los principios de libertad y orden democráticos!