26/02/2024 | Por Roderick Navarro | PanAm Post

Si continúan las persecuciones, es muy posible que la izquierda pierda más apoyos en las próximas elecciones locales en Brasil

Description: La gran apuesta popular contra el autoritarismo de lula
Más de un millón de personas fueron a la avenida Paulista a pesar de que la izquierda intentó obstruir las vías de comunicación para entrar a la ciudad la noche anterior. (X)

Con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, el autoritarismo ha venido dando pasos agigantados para consolidarse como el nuevo sistema que sustituirá a la política en Brasil. La revolución de Lula tiene el fin de proteger los privilegios de una clase política que no cree básicamente en dos cosas: que la soberanía reside en los ciudadanos y que a través del sufragio se eligen a las autoridades que conducen los destinos de la nación.

En este contexto hostil del gobierno contra la población, el domingo 25 de febrero se ha convertido en una protesta ciudadana y patriótica contra el autoritarismo. Los ciudadanos, bajo el liderazgo de la oposición, principalmente del expresidente Jair Bolsonaro, se reunieron para rechazar lo siguiente:

  1. La persecución de los representantes de la oposición, electos a través del sufragio. La violación de sus derechos constitucionales que garantizan el ejercicio de la representación política otorgada por el pueblo.
  2. La censura a todos aquellos que critiquen a las autoridades de los Poderes Públicos, en especial, todas las retaliaciones que han sido llevadas adelante contra las críticas a los miembros del Poder Judicial.
  3. La cárcel injusta de los presos políticos, desde líderes de partidos políticos y representantes electos, como los civiles inocentes condenados a 17 años de prisión por los actos del 8 de enero de 2023.
  4. La persecución de periodistas y medios de comunicación por informar sobre el proceso de consolidación del autoritarismo revolucionario de Lula.
  5. La desastrosa gestión económica del gobierno y la política de despilfarro del dinero público sin límites.
  6. El uso del poder para revertir los resultados del proceso conocido como Lava Jato, perdonando a los que fueron condenados por crímenes de corrupción y lavado de dinero.
  7. La vergonzosa política exterior de Lula que pone por encima de todo su ideología revolucionaria en detrimento de la identidad nacional y el posicionamiento de Brasil ante el mundo.

Más de un millón de personas fueron a la avenida Paulista a pesar de que la izquierda intentó obstruir las vías de comunicación para entrar a la ciudad la noche anterior y detuvieron autobuses, una práctica que es muy bien conocida en Venezuela cuando la realiza el chavismo.

Esta demostración de fuerza fue muy importante ante el contexto de radicalización que se vive en Brasil, porque eleva el costo político a Lula de meter en prisión al indiscutible líder de la oposición: Jair Bolsonaro. Asimismo, esta actividad ciudadana ya da una idea de cómo será la campaña en los próximos meses para las elecciones locales: de nuevo tomará protagonismo la pauta ideológica frente a la moderación que venía impulsando el liderazgo de los partidos que no cuentan con tanto apoyo popular, pero que controlan el aparato de poder en el país.

Esto último se reflejó, por ejemplo, en la campaña para la Alcaldía de São Paulo. El candidato apoyado por el partido de Bolsonaro, el actual alcalde Ricardo Nunes, de centro, tuvo una presencia prácticamente irrelevante ante los asistentes. Por el contrario, la presencia del Padre Kelmon hizo un importante contraste con la popularidad expresada por los manifestantes en el lugar, desde que llegó hasta que se fue.

Luego de esta manifestación, se eleva la apuesta de la oposición frente al autoritarismo de Lula. Si continúan las persecuciones, es muy posible que la izquierda pierda más apoyos en las elecciones locales ante la vuelta con éxito del discurso patriótico de la oposición en la pauta política.