El presidente Gustavo Petro mostró “orgulloso” este viernes, 26 de abril, la bandera del M-19, grupo insurgente del que hizo parte, en medio de su discurso en el colegio San Juan Bautista de La Salle, ubicado en Zipaquirá, donde se graduó en el año de 1976.
“A ver, compañero, traiga esa bandera, porque estamos hoy de fiesta. No les gusta que la saquemos, ¿cierto? Pero no va a estar debajo de los colchones. Hoy se conmemora un año más del asesinato de Carlos Pizarro, que estuvo aquí, en Zipaquirá”, expresó el jefe de Estado en plena tarima.
Estas declaraciones se hicieron virales rápidamente y causaron todo tipo de reacciones en las diferentes redes sociales, puesto que muchos internautas, ciudadanos del común y líderes de la oposición le pidieron al mandatario que respetara a las víctimas.
“Esto es una absoluta vergüenza para el país. Exaltar a un grupo guerrillero, terrorista y delincuencial desde la Presidencia de la República no tiene ninguna presentación. Una cosa es desmovilizarse y otra sentirse orgulloso de los delitos”, manifestó el concejal Daniel Briceño.
Mientras que María Fernanda Cabal apuntó: “¡Petro respete al país! Aquí los únicos que sienten simpatía por el M-19 son los criminales. Este acto es una afrenta contra las víctimas del Palacio de Justicia, los más de 500 secuestrados y tantos torturados y asesinados por ese grupo”.
Acore cuestiona a Petro
La Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore) arremetió duramente en contra del presidente por este acto de sacar a relucir este objeto alusivo al M-19. A través de sus redes sociales, la organización recordó a las víctimas de este grupo armado extinto y calificó lo hecho como una “afrenta”.
“Izar la bandera de grupo extinto e ilegal es un hecho de revictimización para miles de colombianos e integrantes de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y una afrenta a la reconciliación nacional”, dijo la asociación.
Asimismo, Acore señaló que las palabras dichas por el líder del Pacto Histórico “continúan minando la unidad nacional”, uno de los principales objetivos que ha prometido este Gobierno desde que llegó al poder.
Esta nueva e imperdonable provocación de Gustavo Petro a la justicia, a la decencia, al honor, y al respeto debido a la República y a sus instituciones, en cualquier país orgulloso de su conformación y de su tradición democrática y republicana hubiera tenido como consecuencia, no solo una gran protesta nacional sino una sanción política y moral a quien está más obligado que cualquier otra persona a mantener la dignidad nacional.
Pero estamos en Colombia, otrora »tierra de leones» como la denominó el gran poeta Rubén Darío y actualmente tierra de mansas ovejas, que para mayor indignidad son ovejas asustadas, que mientras más azotes reciben de la mano de su esquilador más dóciles se vuelven, por lo cual, lo mismo que en anteriores ocasiones este irrespeto pasará sin motivar ninguna reacción.
Si viviera Epifanio Mejía, el cantor de la libertad de los antioqueños, habida cuenta de que ellos de alguna manera han representado en momentos históricos la vigencia de los valores del pueblo colombiano, se hubiera guardado muy mucho de escribir el famoso poema que posteriormente se convirtió en el Himno Antioqueño.
Ya no hay «centinela en la heredad y luz en la poterna»
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Este sujeto , elegido por los ignorantes y malhechores de Colombia, es tan bajo y pobre de pensamiento, que sus descabellados y siempre mal intencionados actos no merecen la pena de atender ni comentar. No se puede pedir peras al olmo. Ojalá que pase pronto la horrible noche.
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