29/02/2024 | Por: Gabriel Rodríguez Osorio

El presidente parece que lo hubieran recién sacado de una máquina criogénica, en la que estuvo metido desde los años 60, cuando el experimento comunista, y el marxismo, estaban en boga en la URSS, y se veía como el gran paradigma y la solución a todos los problemas sociales de la humanidad.

Hoy, al despertar de su sueño, el presidente se entera de que esa ideología fracaso en todos los países donde se aplicó. Incluso en URSS quedo prohibida, para que tan desastroso experimento no se vuelva a repetir jamás.

Pero lo inaudito es que insista en aplicarla, es increíble la tozudez del presidente. Claro, él no lo sabe, porque estaba invernando en esa máquina del tiempo, que las EPS fueron del Estado, que el sistema de salud fue operado por el Estado y fracasaron rotundamente, por su inoperancia y por los altos niveles de corrupción y burocratización despiadada.

Es inaudito que el presidente todavía piense en aplicarlo, teniendo conocimiento de la nefasta experiencia en el vecindario, la que no ha hecho otra cosa que empobrecer a los pueblos, hasta llevarlos a la miseria y a la perdida de lo más sagrado que tiene el hombre, su libertad.

Quisiera, con mucho respeto, ver por el hueco de una cerradura como fue la niñez del presidente en el marco de la familia Petro Urrego. Como fue su infancia, si lo maltrataron, o sufrió matoneo de los amigos en el colegio, si su padre o su madre eran violentos. Si hay algún patrón de comportamiento de los mayores en su casa con sentimientos heroicos que lo influenciaran para creerse un predestinado. O tal vez se la pasaba viendo las películas de los superhéroes. O tal vez influenciado más por el Guasón que por Batman, por Lex Luthor que por Superman.

Existe alguna cosa inextricable en la psiquis del presidente, que ameritaría llevarlo a un especialista. Quisiera creer que alguna cosa buena de haber en su mente, en su retorcida manera de actuar. No puede ser que todo sea malo, alguna cosa habrá rescatable en su personalidad, porque incluso su oratoria donde se supone que es muy fuerte, parece más el lenguaje cuando el hombre de las cavernas estaba aprendiendo a hablar, no existían las palabras y utilizaba para hacerse entender señales y símbolos metafóricos.

Pero en cambio, sí tiene el presidente una fuerza magnética que le prodiga seguidores porque el lado oscuro de la mente es una fuerza muy fuerte y poderosa, más cuando está investida de poder político y económico. La democracia colombiana ha llegado a tan altos niveles de descomposición, que esa enrevesada mente, quiéranlo o no, gobierna a cincuenta millones de colombianos, y parece nadie puede detener.