27/03/2024 | Por Marcelo Duclos | PanAm Post

Javier Milei volvió a recordar el pasado del presidente colombiano, que decidió expulsar al embajador argentino de Bogotá y retirar al suyo de Argentina

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Gustavo Petro se puso nervioso cuando Javier Milei dijo en una entrevista que “mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista”. (PanAm Post)

No es ninguna sorpresa que Javier Milei llame a las cosas por su nombre. Así se hizo famoso, así llegó al Congreso y, así, en solamente dos años, se convirtió en presidente. Más allá de sus aportes en materia económica (donde no innovó demasiado, ya que solamente pretende instaurar el único modelo que funciona en todo el mundo), puede que haya que reconocerle algo muy importante en el ámbito político: rompió con el dogma sagrado que asegura que hay cosas que no se pueden decir o hacer. El mandatario argentino hace lo que considera correcto y dice lo que tiene que decir.

En el marco de una claridad conceptual, que lo hace absolutamente predecible, tiene afinidades y rechazos en materia de colegas. Si impulsan un gobierno limitado, con libertades individuales y economía de mercado, entran dentro de su reconocimiento. En cambio, si sostienen la receta socialista, que no hace otra cosa que generar miseria y violencia, Milei les dice lo que son en la cara.

En el marco de una entrevista que se emitirá por CNN junto al periodista Andrés Oppenheimer, el libertario más famoso del mundo dijo, con respecto a su par colombiano, que “mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista”. En otra oportunidad, también en el marco de una conversación con la cadena internacional, ya le había dicho a Gustavo Petro que era un “comunista asesino que está hundiendo a Colombia”.

Lo cierto es que el pasado guerrillero de Petro con el M-19 no es una cuestión subjetiva que tenga que ver con la opinión de Milei. Se trata de la historia de Colombia, de su actual presidente y de una organización terrorista que contribuyó con el baño de sangre que sufrió por décadas el país. Durante casi 20 años (1974-1990), el Movimiento 19 de abril se dedicó a hacer lo que dijo el presidente argentino. Lo de “comunista” no hay mucho que discutir, ya que se trata del claro horizonte moral e ideológico que el mandatario colombiano persigue. Con respecto al hundimiento de su país, las últimas encuestas indican que Petro es absolutamente rechazado por más de 58 % de los colombianos.

La reacción del presidente de Colombia a las palabras de Javier Milei no hace otra cosa que complicar al mismo Petro. ¿Qué hizo? En un ataque impulsivo decidió expulsar al embajador argentino de Bogotá y traer al suyo de Buenos Aires. Evidentemente, el exguerrillero no puede separar las discusiones personales de la institucionalidad de su país. Muy típico del fascismo, ya sea de izquierda o de derecha, que no concibe la frontera entre el Estado y el partido y entre la autoridad presidencial y la persona que ejerce el Poder Ejecutivo.

Esto es un error desde todo punto de vista, ya que el alto rechazo que padece (por sus políticas fracasadas) se complementa con la popularidad que tiene Milei en Colombia. Y es que, el libertario argentino, se ha convertido en el referente de la derecha en casi todo el planeta.

Es decir, el berrinche no hace otra cosa que incrementar la influencia del fenómeno Milei en su país. Algo con lo que no tiene espaldas para luchar políticamente. Grave error de un mal presidente. Uno más en una larga lista, donde seguramente no sea el último.