15/04/2024 | Por: Marcel Tangarife Torres | IFM Noticias

Petro ya dio el golpe en Colombia, a los ojos de todos, aunque muy pocos lo están viendo; pero no en un golpe de solo acto autoritario, sino que lo ha venido dando día a día, desde el 07 de agosto de 2022, estratégicamente.

Yo fui uno de los estudiantes que promovió la Marcha del Silencio del 25 de agosto de 1989 que dio origen a la Séptima Papeleta, y al proceso que culminó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Y veo, con inmensa preocupación, que Petro está adelantando un proceso paralelo para tener una Asamblea Constituyente a su medida, es decir, para terminar de dar el golpe que sistemáticamente está dando.

El golpe se va a legalizar a través de la Asamblea Constituyente, y se terminará de dar el día en que tenga una Constitución a su medida, a la medida de un tirano, para perpetuarse en el poder.

Para la Asamblea Constituyente, Petro necesita tres cosas fundamentales: Necesita pueblo para disfrazarlo de Constituyente primario; necesita una razón para justificarla y por eso ha generado la grave crisis que vive Colombia; y necesita un mecanismo jurídico que le evite pasar por el Congreso de la República y por la Corte Constitucional para tener un cuerpo Constituyente unánime a su favor.

Petro necesita pueblo, pues así puede disfrazar la Asamblea Constituyente bajo el ropaje del poder constituyente que le sea afín. Petro ya tiene su pueblo, no el pueblo colombiano. Petro ya tiene con él a todos aquellos que son de la izquierda radical que lo quiere mantener en el poder. Ese pueblo, ese poder Constituyente está claramente conformado por las FARC (que son una sola, las disidencias no existen, sólo la combinación de las formas de lucha), el ELN, los demás carteles de la droga, la primera línea, las mingas, las milicias y hasta los inmigrantes venezolanos, que además son su propia fuerza armada paralela, que está dispuesta a lo que sea para no perder el poder.

Petro ya tiene la crisis:

1. Ya generó la crisis institucional que necesitaba, atacando a las altas Cortes que no ha podido doblegar; al Congreso de la República, que tuvo la valentía de hundir la reforma a la salud; a la Fiscalía de Barbosa, con lo cual ya debilitó la gestión de Camargo; a los órganos de control atacando ferozmente a la Procuraduría; a los gobiernos departamentales y municipales que no le son afines debilitándolos presupuestalmente; a la Registraduría minando su credibilidad después de las elecciones del 29 de octubre 2023; a la Fuerza pública dando de baja más de 60 generales a una semana de haber empezado su gobierno, y sus ataques permanentes a la moral de la tropa.

2. Ya generó la crisis social y económica que necesitaba, destrozando en mil pedazos el sistema de salud con la intervención de las EPS, a las que previamente asfixió financieramente; ya tiene el control de Ecopetrol; ya generó la crisis en los sectores energético, infraestructura vial, agrícola, etc.

3. Ya generó la crisis de orden público a través de la mentira de la “paz total”, que ha favorecido a los delincuentes y ha logrado atemorizar a las gentes de bien.

Petro ya tiene su propio mecanismo jurídico perfectamente diseñado para tener la Asamblea Constituyente a su medida. No podemos ser ingenuos, Petro no necesita el proceso establecido en la Constitución de 1991, tampoco le interesa porque sabe que ni el Congreso lo va a apoyar, ni la Corte Constitucional, ni las urnas.

,Con pueblo propio, con crisis propia, Petro convocará la Asamblea Constituyente por decreto. Declarará, bajo cualquier pretexto, un estado de excepción y así podrá expedir decretos con fuerza legislativa, el primero de los cuales será la convocatoria de la tal Asamblea Constituyente, y la conformará a dedo, no acudirá a las urnas. La Asamblea entrará a sesionar de inmediato y su primer acto constituyente será derogar el artículo 376 de la Constitución, es decir, la obligación de contar con una ley de la República y de contar con el control previo de constitucionalidad por parte de la Corte Constitucional y con el favor de las urnas.

No necesita nada más.

En el plano internacional, sus colegas del Foro de Sao Paolo y del Grupo de Puebla saldrán a apoyarlo, porque todo esto ocurrirá en nombre del pueblo y en defensa de la democracia, y dirá que así impulsará la agenda 2030. Tendrán el apoyo de los gobiernos de países como Rusia, Irán, Irak, Siria, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Chile, entre otros. Contará con el silencio de Estados Unidos y sólo con las condenas por pocos días de la Unión Europea y de otros países.

Petro tendrá una Constitución, una narco Constitución, habrá consolidado su narco dictadura, y consolidará el socialismo del siglo XXI en Colombia, que para ese maldito proyecto, nuestro país es la joya de la corona. Ya no habrá retorno.

Lo único que juega en su contra es el tiempo, el poco tiempo que tenemos todos los colombianos de bien para reaccionar. Es ahora o nunca.